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Pequeño pueblo enclavado en la serranía verata que mantiene buenas muestras de la arquitectura tradicional. Se separa del Señorío de Valverde en 1642 y conserva su título en pergamino firmado por Enrique IV, así como la Picota o Rollo, símbolo de su independencia. Su término fue habitado desde los tiempos más remotos, encontrándose huellas de un castro celtíbero en el Cerro del Castrejón.

Por su emplazamiento, su amplia jurisdicción le procuran enclaves cuyas cotas superan con creces los 2.000 metros de altitud como la Sierra de Martinejos o la Loma de la Cumbre, constituyen ejemplos patentes de la orografía tan acusada que le proporcionan unos alrededores de indudable belleza.

Entre sus edificios más destacados podemos reseñar la Iglesia de San Andrés Apóstol, en la cual se conservan varias esculturas de excelente calidad artística de los S. XVI y XVII y un Retablo Mayor con pinturas sobre tabla del S. XVII. En la Casa Parroquial hay un crucificado de marfil de tres clavos del S. XVIII procedente de Filipinas.

En sus alrededores se puede visitar la Garganta de Las Meñas, el  Río Moros y La Covacha.

Sus habitantes hacen gala de un carácter sociable y hospitalario, que se muestra de manera especial, en el primer Domingo de Octubre, con motivo de las Fiestas de Nuestra Señora del Rosario.

Es de los pueblos de la Comarca que conserva más claramente la arquitectura popular característica de La Vera, siendo recordado siempre por las “regueras” de agua que recorren las calles del pueblo.

La Villa, sus aldeas y sus tierras, pertenecieron, en principio a los Monroy, siendo su primer Señor Don Nuño Pérez de monroy, Abad de Santander, Arcediano de Trujillo y de Campos, Canciller y Confesor de la Reina Doña María, desde finales del siglo XIII, por privilegio y donación del Rey Sancho IV, confirmado por su hijo Fernando IV, el día 21 de Abril de 1309.

Pertenecían al Señorío de Valverde, desde principio del Siglo XIV, las Aldeas de Viandar, Villanueva, Talaveruela, Madrigal y Salobrar, pasando el último a Ávila en el siglo XVII. También desde el Siglo XVII, perteneció a Valverde Miramonte de los Gallegos (hoy Pueblo Nuevo de Miramonte). Viandar y Villanueva se independizaron a mediados del Siglo XVII, los últimos fueron Madrigal y Talaveruela, que lo hizo a mitad del Siglo XIX.

Como monumentos de interés histórico y cultural se encuentran el llamado Castillo de Don Nuño, la Iglesia de Santa María de Fuentes Claras, la Picota, la Ermita del Santísimo Cristo del Humilladero y la Ermita de los Santos Mártires (conocida como la Ermita de San Blas),  reconstruida recientemente después de estar más de 100 años en ruinas. No existen datos concretos, aunque todo apunta al Siglo XVI.

LA FORTALEZA Y EL CASTILLO: - De la fortaleza primitiva construida por los Monroy durante el Siglo XIV, quedan algunos elementos arquitectónicos en la Iglesia Parroquial de Santa María de Fuentes Claras; lo principal es la cabecera de la Iglesia, de planta hexagonal respondiendo al modelo de las Capillas de un edificio religioso normal. Era torre de la fortaleza, como puede observarse por las saeteras de la parte alta. La torre campanario, con sus saeteras y troneras, tienen el mismo origen. La Iglesia en su conjunto, forma parte de la Fortaleza. Sugiere una posible existencia de una “Ribat”, bajo la actual Iglesia.  En las fortificaciones del Islam, era preceptiva una mezquita con sus fuentes para rituales islámicas y otras fuentes para uso militar y de servicio doméstico. Por ello, después de cristianizarse, pudo introducirse una Virgen, que dieron en llamar de “Fuentes Claras” y que proporcionó el nombre a la Iglesia.En la parte Sur de la Iglesia existen dos ventanas de traza árabe.En la segunda mitad del Siglo XV, se hicieron bastantes reformas en la Fortaleza, perteneciendo ya al Condado de Nieva. Entonces se edificó la actual Iglesia, (a excepción del Retablo Mayor, construido a principio del Siglo XVIII), con tres torres con las consiguientes obras de adaptación, como la construcción de la bóveda nervada de la torre hexagonal, (donde actualmente se encuentra el Altar Mayor), con los Escudos de los Monroy y de los Zuñiga por intervención del matrimonio entre D. Diego López de Zúñiga y Dña. Leonor Niño de Portugal. Ambos tienen sus enterramientos en dicha capilla, con sepulcros en Alabastro y sus respectivas imágenes en relieve.Desaparecida la Fortaleza, se construye el castillo nuevo con las características constructivas de finales del Siglo XV, con una gran torre del homenaje con cubos en lo alto de las esquinas, todavía pueden verse algunos teniendo en cuenta su deterioro, actualmente reformado por la Junta de Extremadura. Era de sección cuadrada y existen dos blasones de los promotores del Castillo, los Zuñiga.Tiene PICOTA desde que se le concedió el privilegio en 1309, estando situada en la plaza que lleva su nombre. Su parte superior se añadió a principios del S. XV.

El Pueblo está declarado Conjunto Histórico-Artístico Nacional por Decreto del Ministerio de Educación y Cultura de 11 de Diciembre de 1971.

Esta población se asienta a los pies del Cerro de las Cabezas. Esta unida a Jaraíz por un paseo acerado de apenas de dos kilómetros, parece que su nombre le viene de una vieja torre, probablemente visigoda situada al noroeste de la población: Torre Menguada. En 1331 junto con Garganta y Pasarón, forma parte de un señorío creado por el Rey Alfonso XI, que más tarde donará al Infante D. Alfonso de La Cerda. Después de pasar por varias casas señoriales, se hace villa en tiempos de Carlos III.

Su principal monumento es la Iglesia Parroquial de Santiago, levantada entre los S.XVI y S. XVII y reconstruida en la segunda década de los años cincuenta en el S. XX.

Para  los aficionados a la pesca uno de los mejores lugares es el Embalse de Robledo. Otros enclaves de interés son el bonito paraje conocido como Las Eras y Las Tejoneras, antiguo recinto dedicado a la trilla.

Durante la noche del Sábado Santo se celebra la Quema del Judas durante la cual se somete a juicio a un pelele que representa la figura de Judas que acaba siendo condenado a morir quemado con gran estruendo pirotécnico.

Esta localidad verata se asienta en una llanura que se desliza suavemente hasta el Río Tiétar.  En su término abundan los olivos y las manchas del bosque mediterráneo salpicado de encinas, alcornoques y robles como la Dehesa  Boyal, combinando con bellas praderas.

Se reconoce por la blancura de su caserío, y los colores más vivos que el del resto de los pueblos serranos que la rodean. Entre los edificios de singular interés, destaca la Iglesia de San Miguel , declarada Monumento Histórico Artístico, construida en el S. XVI en la que destaca una talla del S. XIII que representa a la Virgen de la Torre. Cuenta con un Retablo Mayor renacentista con una interesante imagen del titular. En la fachada sur, hay una “ara” votiva de origen romano conocida popularmente como La Muerta Pelona y en la cara norte una deidad del S.VIII a.C. En el Altar Mayor luce un interesante frontal de azulejos procedentes de Talavera de la Reina del S. XVI.

Otras edificaciones de carácter religioso son las Ermita del Santísimo Cristo y de San Sebastían respectivamente.

Son famosos los dulces elaborados en los tradicionales hornos de leña, especialmente las deliciosas perrunillas.

Llegamos a uno de los municipios de La Vera conocido por los hermosos parajes naturales que podemos encontrar si nos aventuramos en la Sierra. Por tanto, es  lugar de obligada visita para los amantes de la naturaleza que deseen hacer senderismo.

Uno de sus principales atractivos es el paraje de Los Molinos situado a 500 metros del pueblo, donde nos encontraremos con una piscina natural aprovechando el curso de la Garganta Naval rodeada de robles centenarios, formando un espacio ideal para el viajero, quien a su vez puede ver un antiguo molino con su estructura restaurada. Hay un refugio de montaña habilitado al norte de la población en el paraje de “Majalbierzo”, (antiguo Camino de Castilla). Actualmente se está elaborando un plan de señalización tanto para las rutas existentes como la recuperación de vías y calzadas antiguas, reseñar la ardua tarea a realizar puesto que la mayoría de estas sendas se encuentran totalmente cerradas por el paso del tiempo. También está en proyecto la rehabilitación de las “majadas” existentes en la Sierra. Al norte de la localidad, hallaremos un parque de recreo en la presa de “Helechoso”.

Se independizó del Señorío de Valverde a mitad del S. XIX. Posee una interesante plaza porticada con una fuente de granito típicamente verata. Cabe mencionar entre sus monumentos, la Iglesia de San Andrés, construida en el S. XVII en la que destaca la bóveda mudéjar del ábside, supone el máximo exponente histórico de la localidad. Guarda tallas de gran valor como la Virgen María del S. XVI, Cristo Crucificado, Santo Tomás de Aquino y San Aniceto. En su sacristía se puede admirar un Retablo rococó del S. XVIII. No faltan las construcciones populares de adobe, madera y floridos balcones. Su Fiesta Mayor se celebra el primer Domingo

Su nombre significa robledal pequeño. De sus orígenes, podemos señalar que es a partir de la ocupación de estas tierras por los romanos cuando tenemos testimonios irrefutables sobre el devenir histórico de nuestra Comarca. En sucesivas y sangrientas etapas, se instalaron en estas tierras, más o menos fugazmente, alanos godos y árabes, de los que también se encuentran interesantes vestigios. Cuando Alfonso VIII conquista Plasencia a los árabes, en el último tercio del S. XII, queda definitivamente incorporada La Vera a Extremadura.

Conjunto pintoresco de viviendas en torno a su Iglesia de San Miguel, del S. XVI y XVII, con ábside de planta pentagonal ochavada. En su interior destaca, en la clave de la bóveda de crucería estrellada, el escudo del Obispo Gutierre de Vargas Carvajal y en el presbiterio una hornacina renacentista que sirvió de “sagrario” y hoy guarda la imagen titular de San Miguel Arcángel.

A su vez, merece visitarse la Casa Matriz de la Beata Sor Matilde Téllez, natural de la localidad, fundadora de la Orden de las Monjas Amantes de Jesús. Son famosos sus quesos de cabra que podrá adquirir en la misma localidad. Haciendo honor a su nombre, esta localidad conserva un hermoso robledal llamado El Coto, así como atractivos caminos y sendas rurales, donde el viajero senderista podrá, sin duda, disfrutar del bello paisaje y de un entorno natural con una conservación excelente.

Siguiendo con nuestro paseo por la Comarca, nos adentramos en la localidad de Pasarón de la Vera, en la cual el visitante disfrutará al contemplar su arquitectura popular reflejada en sus construcciones tradicionales, sus rincones típicos y paisajes naturales. Todo ello le ha favorecido para  la declaración de Conjunto de Interés-Artístico en el año 1998.

Dentro de los monumentos significativos nos encontramos con la Iglesia del Salvador del Siglo XV-XVI, con interesantes Retablos barrocos y algunas imágenes góticas de Cristo crucificado, el Palacio de los Condes de Osorno del Siglo XVI, edificación renacentista de los Manrique de Lara que empezó a construirse en 1531 cuando éstos adquirieron el Señorío de Pasarón. Su fachada principal de dos niveles se convierte en tres aprovechando el desnivel del Mediodía. Resaltar sus preciosos balcones y una galería arcada, dan gran vistosidad a tres de sus muros. En su interior contiene una bella escalera renacentista y majestuosas bodegas y en su exterior, resulta impresionante en la cubierta de su tejado con cinco peculiares, bellas y enormes chimeneas que lo rematan. En este palacio, vivió Magdalena, primer amor de “Jeromín” o D. Juan de Austria.

Este municipio cuenta con tres Ermitas: Ermita de Ntra. Sra. de La Blanca, ubicada a dos kilómetros del pueblo, es un verdadero santuario comarcal, celebrándose en este templo las dos romerías que se celebran en Pasarón. Esta construcción data del Siglo XVI. De posterior fecha, (siglos XVII-XVIII), la Ermita de la Purísima Concepción y la Ermita del Cristo de la Misericordia (finales del S. XVII). No debe olvidarse la Casa de D. Luis Prieto del S. XVII.

Además de todos los atractivos que pueden encontrarse al visitar Pasarón, debe mencionarse la Festividad de San Blas, debido a un curioso elemento procesional: el “BO”, figura que acompaña a “Las Cajas” en su recorrido procesional por las calles.

Se encuentra en el límite de la provincia con Ávila. Se independizó del Señorío de Valverde a mitad del S. XIX. Madrigal es una población con gran afluencia turística. La abundancia de agua y la cercanía a la Sierra de Gredos convierten a esta localidad en el lugar ideal para disfrutar de unas vacaciones en plena naturaleza.

La Garganta de Alardos, situada en un paraje de singular belleza, con alisos y fresnos en sus orillas. Sobre ella se extiende el Puente Romano de Alardos, una construcción de piedra con un solo y enorme arco cuya altura sobre el cauce de la garganta impresiona al visitante. Desde aquí se domina toda la Sierra de Gredos y el valle del río Tiétar.

En su casco urbano, además de las variadas muestras de arquitectura popular, encontramos la Iglesia de San Pedro, que cuenta con elementos góticos y renacentistas. Tiene bellos rincones e innumerables fuentes, como la Fuente de los Seis Caños y la Fuente de los Perales...Desde la “Piedra Pipa” tenemos una magnífica vista de esta bonita población.

Situado en la transición de la Sierra de Tormantos a la llanura, su amplísimo término le permite disponer de puntos de altitud que superan los 2000 metros. La Cuerda del Picozo, la Loma de la Cumbre, la Sierra de Losar, son algunos ejemplos de lo más escarpado de la sierra.

Lo primero que llama la atención al viajero son las figuras esculpidas en los setos de aligustre que flanquean la travesía del pueblo y que adquieren simpáticas formas, convirtiendo al Losar en un museo vegetal al aire libre dificil de olvidar.

En su término se encuentran algunas de las gargantas más indicadas para la pesca como Vadillo, La Hoz y Las Meñas, además de la de Cuartos, una de las gargantas más apreciadas para el baño, rodeada de otras más pequeñas de las que recibe su abundante caudal.

En su casco urbano, presidiendo la Plaza Mayor se encuentra la Iglesia de Santiago Apóstol, del siglo XVI, declarada Monumento de Interés Cultural. Posee un pórtico gótico hispano-flamenco de indudable belleza; la Ermita de la Misericordia de estilo barroco popular y con un retablo churrigueresco con imágenes de gran valor artístico.  Sobre la garganta de Cuartos hay un bello puente medieval de sillería granítica. También presenta excelentes muestras de arquitectura popular como la conocida Calle del Agua con su regato al centro.

Mención importante merece este municipio puesto que S.M. El Emperador Carlos V permaneció  alojado en Jarandilla, concretamente en el Castillo de los Condes de Oropesa (actualmente Parador de Turismo), hasta que finalizaron las obras de la Casa-Palacio adosada al Monasterio de Yuste.

Cruce de civilizaciones, centro turístico y cultural de La Vera. Su clima benigno, la belleza de sus paisajes, bosques frondosos de robles, castaños, encinas, que se combinan con matorral de tomillos, brezos y jaras, proporcionan un aroma fresco y característico.El agua constituye una parte fundamental del paisaje, abrazando a Jarandilla dos gargantas: Jaranda y Jarandilleja, cruzadas por numerosos puentes, romanos unos, medievales otros.

Sus orígenes se remontan a la prehistoria, debido a la gran cantidad de vestigios, como la cueva de Capichuelas, los sepulcros antropomorfos y lápidas labradas en piedra.

Haciendo referencia a sus edificios históricos, pueden contemplarse:

Iglesia de San Agustín, su planta es rectangular y alargada, de la que sobresale la sacristía por el lado de Epístola y el crucero. Pegando a los brazos del crucero se pueden ver dos capillas laterales. El interior de la iglesia nos ofrece una nave cubierta por una bóveda de cañón con lunetos y dividida en cuatro tramos. Posee un amplio coro a los pies que abre la nave con un arco rebajado y cubierto con bóveda de cañón. Bajo el presbiterio se encuentra una cripta y la sacristía, a la que se puede acceder por una puerta adintelada, cubierta por una bóveda de aristas.

Iglesia fortaleza de Nuestra Señora de la Torre, edificio grande y sumptuoso, construida sobre peña viva, que la sustenta levanta y fortalece, que data del S. XII-XIII y que fue reconstruida durante los siglos XIV y XV. Cabe destacar la Capilla renacentista de Gaspar de Loaysa, nativo de Jarandilla, que data del S. XVI, en el techo hay nervadura de crucería cuatripartita, donde se aprecia un brazo armado de un puñal. La Capilla Mayor, de planta pentagonal, se cubre con una maravillosa bóveda de crucería cuatripartita recibida por ocho repisas, con figuras humanas de carácter primitivo, su aspecto nos dice que son de origen azteca.El Retablo Mayor es renacentista con influencia barroca. · Ermita de Nuestra Señora del Sopetrán, el interior es una nave cubierta por bóveda de cañón con lunetos. La hornacina principal contiene la imagen de Nuestra Señora del Sopetrán, talla de estilo barroco del S. XVIII. Posee antiguos mosaicos de cerámica de Talavera.

Ermita del Santo  Cristo del Humilladero, edificio del S. XVI de planta cuadrangular con el ábside y la sacristía saliente en la cabecera, fue construido a base de materiales de mampostería y sillería. En su interior se encuentra una imagen del Cristo de la Caridad del S. XVI, un Nazareno y un Cristo atado a una columna, ambos del S. XVIII y un cuadro de azulejos de Talavera de la Reina que representan a la Virgen del Rosario con el niño en brazos(S. XVII).

Castillo de los Condes de Oropesa, D. Fernando Álvarez de Toledo inició dicha fortaleza a mediados del S. XV. Se trata de una enorme fábrica de planta rectangular reforzada con torres cilíndricas en los ángulos. Al interior se accedía por medio de un puente levadizo flanqueado por dos cubos y en él se abre un gran patio de armas con dos potentes torres prismáticas en su parte norte. El patio es bellísimo y en su fondo meridional se abre una espaciosa galería gótica de dos pisos, que tiene arcos rebajados en el primero y carpaneles en el segundo, separados por un primoroso antepecho. En el patio de armas se pueden apreciar nueve escudos pertenecientes a la familia Figueroa y a la casa de Oropesa.

Picota de la Villa, inicialmente era muestra del poder de los señores feudales sobre los pueblos y posteriormente símbolo de villazgo e independencia de las poblaciones de éstos. Posteriormente se utilizó para ejecutar penas de muerte.

Puente Romano, puente de traza romana (aunque medieval), en el que se utilizó en su construcción sillares de un Mausoleo Romano próximo.

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